Notaria Doctora Cristina N. Armella
Presidenta de la Unión Internacional del Notariado
Recientemente la Unión Internacional del Notariado (UINL) ha creado, durante el año 2022, un nuevo Grupo de Trabajo bajo la denominación de: « Los notarios y las notarias por la defensa y protección de los derechos de las mujeres en el siglo XXI», destinado al estudio, análisis y ponderación de los medios a implementar para lograr su finalidad. Ello como resultado del espacio de diálogo y reflexión convocado en 2021 para conmemorar el Día Internacional de la Mujer. Sabido es que ha habido una enorme evolución del rol de la mujer tanto en su estatus civil como en el ejercicio del notariado durante los dos últimos siglos, pero aún no se ha alcanzado la igualdad plena de oportunidades y se impone seguir trabajando en esta línea de pensamiento. La ONU ha declarado al Siglo XXI como el siglo de la mujer. Y es factible abordar la temática desde dos visiones: 1). Las mujeres notarias. Tengamos presente que los Códigos Civiles decimonómicos no le reconocían a la mujer casada capacidad para ser testigo instrumental, razón por la cual las mujeres, en un principio, no podían ejercer el notariado. Mucho tiempo ha pasado desde entonces y hoy podemos afirmar que aquella función ejercida solamente por varones, luego devino en una función también en manos de mujeres. El acceso a la educación y más precisamente a las carreras universitarias de grado y postgrado y una férrea voluntad de superación y estudio ha permitido que las mujeres puedan acceder a la función notarial demostrando en los concursos de idoneidad para el discernimiento de registros notariales, condiciones más que suficientes para asumir tal responsabilidad. La incorporación de saberes, conocimientos y práctica en el arte de lo notarial lo hicieron posible. Actualmente nos encontramos con un absoluto pie de igualdad entre hombres y mujeres en los noventa y en países cuyos notariados integran la UINL, con iguales competencias dadas por ley, que ponen en un pie de igualdad a los notarios y notarias frente a las comunidades en las cuales brindan el ejercicio de la fe pública y de los gobiernos de los Estados que los invisten de esa función pública. Y 2.- Las mujeres no notarias. Existen aun muchas desigualdades en los diferentes países y continentes que requieren de una dedicación constante en pos de la defensa y protección de los derechos de género. El ejercicio de la función pública notarial exige muchas más idoneidades en este tema que antaño. Notarios y notarias deben acompañar el desarrollo de la persona humana en todo su periplo existencial, pero muy especialmente a las mujeres en estado de vulnerabilidad. Entiendo que las notarias agregan a ese quehacer una sensibilidad especial. El principio de igualdad no se consolida a través de casos aislados, sino a través de conductas perdurables.